viernes, 31 de diciembre de 2021
miércoles, 29 de diciembre de 2021
¡En Dios está mi esperanza!
El año está terminando, ya no queda mucho tiempo,
Las noticias no son buenas, en todo el mundo, problemas,
Tormentas, inundaciones, terremotos y volcanes,
Tempestades y violencia, dictadores y asesinos,
La vida, muy complicada, solo se vive el momento.
Esta triste realidad golpea fuerte el presente,
Las personas pasan hambre, injusticias y miserias,
Los gobiernos hacen promesas, que nunca van a cumplir,
Tal vez no quieran hacerlo, son promesas nada más,
Para llegar al poder, y desde allí dominar.
Hoy quiero hacer un balance, para saber con certeza,
Si hubo pérdida o ganancia, de los momentos vividos,
¿Cómo invertí yo mí tiempo? ¿De qué cosas me ocupé?
¿Ayudé al necesitado? ¿Defendí una causa justa?
¡Con Dios siempre hay esperanza para un futuro mejor!
PS 2021
lunes, 27 de diciembre de 2021
¡Terminando bien el año!
Sanándonos unos a otros.
Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros para ser sanados. La oración fervorosa del justo tiene mucho poder. Santiago 5:16
Pedro, acercándose entonces a Jesús, le preguntó: Señor, ¿cuántas veces he de perdonar a mi hermano si me ofende? ¿Hasta siete veces? Jesús le contestó: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Mateo 18:21
El perdón es algo que todos anhelamos recibir, pero no todos estamos dispuestos a conceder. Normalmente se piensa que lo que me hacen es tan grave que no tiene perdón. Sobre todo si ya perdoné una vez, no tengo porque volver a perdonar otra vez a la misma persona por más que me suplique.
Sin embargo cuando soy yo el que ofende al otro, considero que no es tan grave para no ser perdonado, aun cuando sean varias las veces que ofenda, y eso hace que no sienta la necesidad de pedir perdón. Así actuamos normalmente las personas con respecto al perdón.
Pero la respuesta de Jesús al apóstol Pedro sobre el tema, nos confronta con una realidad que no siempre se quiere aceptar, no es suficiente perdonar una vez, es necesario seguir perdonando, todas las veces que alguien ofende y viene a pedir el perdón.
Por lo tanto, pensemos en cada una de nuestras acciones antes de realizarlas, con el propósito de no hacer daño al prójimo sin querer hacerlo, porque después cuesta mucho reconocer y aceptar ese daño cometido, y como consecuencia se crean enemistades innecesarias, dañándose mutuamente.
Tal vez usted se está preguntando. ¿Cuántas veces debo perdonar al que me ofende? ¡Todas las veces que sea necesario! Porque todos ofendemos en algún momento, queriendo o sin querer, y lo hacemos muchas veces. Solo el perdón trae sanidad a las almas doloridas y todos lo necesitamos permanentemente. Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros para ser sanados. La oración fervorosa del justo tiene mucho poder.
Los abraza en Cristo. P. Sosa.
miércoles, 22 de diciembre de 2021
¡Feliz Navidad!
Amados hermanos y amigos al celebrar esta Navidad, pensemos en el Calvario, porque el niño que nació en Belén es el mismo Jesús que murió en la cruz, resucitó al tercer día, ascendió a los cielos y se sentó a la Diestra del Padre para interceder por nosotros.
Es el mismo que dijo; he aquí, Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Él es quien perdona todos nuestros pecados, sana todas nuestras enfermedades y dolencias físicas, emocionales y espirituales. Es el mismo que vive en el corazón de cada uno de aquellos que le hemos entregado nuestra vida. ¡Maravilloso Jesús! ¿Cómo no rendirnos a Él y dejar que sea Él en nosotros la esperanza de vida? Ninguno que confía en Jesús, estará solo ni desamparado.
Con este pensamiento, solos o en familia, con los hermanos en la fe, o con amigos, adoremos al que vive por los siglos de los siglos, y tengamos unas muy, ¡Felices y Bendecidas fiestas!
Los abraza en Cristo. P. Sosa.
domingo, 19 de diciembre de 2021
¡Fábula o realidad!
viernes, 17 de diciembre de 2021
¡Ojo con las sectas!
Las Sagradas Escrituras declaran cómo deben ser los que presiden una congregación de santos.
Si alguien aspira al cargo de presidir la comunidad, a un buen trabajo aspira. Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible. Debe ser esposo de una sola mujer y llevar una vida seria, juiciosa y respetable. Debe estar siempre dispuesto a hospedar gente en su casa; debe ser apto para enseñar; no debe ser borracho ni amigo de peleas, sino bondadoso, pacífico y desinteresado en cuanto al dinero. Debe saber gobernar bien su casa y hacer que sus hijos sean obedientes y de conducta digna; porque si uno no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios? Por lo tanto, el dirigente no debe ser un recién convertido, no sea que se llene de orgullo y caiga bajo la misma condenación en que cayó el diablo. También debe ser respetado entre los no creyentes, para que no caiga en deshonra y en alguna trampa del diablo. 1 Timoteo 3:1-7
Lo más lindo que le puede ocurrir a una persona, es ser llamado por Dios para servirle, poniéndolo al frente de una congregación, para atender a las personas que Dios rescató de una vida de perdición. El propósito del llamado siempre es para servir al prójimo, dándole enseñanza bíblica, alimento espiritual y llevarlo por el camino de santidad que conduce a la vida eterna. Entendiendo que las personas, no son objetos, ni trofeos de su propiedad, sino que son personas que pertenecen a Dios, quien ha perdonado sus pecados, lavándolas con la sangre de Cristo y adoptándolas como hijos. Por lo tanto, son personas muy valiosas para Dios y deben tratarlas con amor, exhortándolas con la palabra y consolándolas en tiempo de pruebas.
Es por eso que la persona que quiere liderar una congregación, debe reunir todos los requisitos bíblicos que lo habiliten como tal. Su vida debe servir de inspiración para los demás, porque al estar en esa posición, es un ejemplo a seguir.
Recordando siempre que Dios al final pedirá cuenta de su trabajo, para recompensarlo. Dicen las Sagradas Escrituras; Compórtense no como si ustedes fueran los dueños de los que están a su cuidado, sino procurando ser un ejemplo para ellos. Así, cuando aparezca el Pastor principal, ustedes recibirán la corona de la gloria, una corona que jamás se marchitará. 1 Pedro 5:1-4
Por último, por favor la persona que esté tratando de congregarse con algún grupo, buscando ayuda para satisfacer una necesidad espiritual, tenga en cuenta esto, para no caer en el engaño de alguna secta que terminará arruinando su vida y familia.
Los abraza en Cristo. P. Sosa.
martes, 14 de diciembre de 2021
Advertencia contra las falsas enseñanzas
Como ya te rogué al irme a la región de Macedonia, quédate en Éfeso, para ordenar a ciertas personas que no enseñen ideas falsas ni presten atención a cuentos y cuestiones interminables acerca de los antepasados. Estas cosas llevan solamente a la discusión y no ayudan a conocer el designio de Dios, que se vive en la fe. El propósito de esa orden es que nos amemos unos a otros con el amor que proviene de un corazón limpio, de una buena conciencia y de una fe sincera. Algunos se han desviado de esto y se han perdido en inútiles discusiones. Quieren ser maestros de la ley de Dios, cuando no entienden lo que ellos mismos dicen ni lo que enseñan con tanta seguridad.
Sabemos que la ley es buena, si se usa de ella conforme al propósito que tiene. Hay que recordar que ninguna ley se da para quienes hacen lo bueno. La ley tiene en cuenta a los rebeldes y desobedientes, a los malvados y pecadores, a los que no respetan a Dios ni a la religión, a los que matan a su padre o a su madre, a todos los asesinos, a los que cometen inmoralidades sexuales, a los homosexuales, a los traficantes de esclavos, a los mentirosos y a los que juran en falso; es decir, a los que hacen cosas que van en contra de la sana enseñanza. Y esto es lo que enseña el glorioso evangelio que el Dios bienaventurado me ha encargado.
1 Timoteo 1:3-11
En el mundo entero, las falsas enseñanzas siempre estuvieron y siempre estarán, porque siempre habrá falsos maestros que quieren enseñar a otros, aspectos de vidas que sencillamente les gusta sin detenerse a pensar, si es bueno o es malo, si es saludable o destructivo.
Hablan y enseñan cosas que le son desconocidas para ellos, que solo tienen una vaga noción porque no han profundizado, sobre todo cuando se trata de aspectos de vida espiritual y de principios y valores que están fundamentados en la palabra de Dios.
Es por eso que el apóstol Pablo recomienda a su discípulo Timoteo, estar atento a esas falsas enseñanzas destructivas, a fin de que no sea dañada la comunión de la iglesia por causa de esas ideas falsas de piedad. Y esa misma palabra nos advierte hoy a nosotros, los creyentes en Cristo Jesús, para que tengamos cuidados de qué es lo que creemos, y a quien le estamos creyendo. ¿Cómo saberlo? Si lo que creemos nos edifica, conduciendo al respeto y el amor de los unos por los otros, es de Dios, en cambio si lo que se cree destruye, enfrenta y separa trayendo odio, amargura y resentimiento, no proviene de Dios.
Porque lo que viene de Dios edifica, corrige, consuela y exhorta en amor, trayendo fortaleza y unidad al cuerpo de Cristo, que es la iglesia.
Los abraza en Cristo. P. Sosa.