Las personas que forman parte de la iglesia de Cristo y concurren a una congregación, van para recibir alimento espiritual, enseñanza de la Palabra de Dios para ser corregida, orientada en la nueva vida en Cristo y encaminada en el servicio cristiano, para comenzar a ser un testigo fiel de Cristo y su obra en el poder del Espíritu Santo.
Eso
debe llevar a los pastores llamados por
Dios, a buscar y tener una fluida comunión con el Señor Jesucristo, ser llenos
del Espíritu de Cristo para así atender correctamente el rebaño del Señor.
Nosotros
humanamente no conocemos las necesidades de las personas que se acercan a
nosotros o a los templos, pero Dios sí, y por medio de su Espíritu nos hace
saber o conocer la necesidad de las mismas y nos capacita espiritualmente para
llevarlas a un encuentro personal con aquel que dio su vida para salvarlos,
Jesucristo.
Y
a partir de ese momento el Señor nos encarga el cuidado a través de ejercer el
pastoreo de las mismas. Tengamos
presente esto en el momento que aceptemos el llamado del Señor a la
tarea pastoral.
El
pastoreo del rebaño no nos hace dueño, sino más bien cuidadores responsables de
los mismos.
La
tarea pastoral es importante porque es algo que tiene que ver con la vida
humana.
Esa
vida nueva que Dios da a la persona cuando tiene un encuentro personal con
Jesucristo y toma la decisión de entregarle incondicionalmente su vida a Él.
Ahora
bien entregar la vida a Cristo, no significa entregarse a la congregación,
menos aún al pastor, tampoco significa que ellos tengan dominio sobre la
persona. En Cristo la persona es libre para continuar tomando decisiones, solo
que ahora tiene la asistencia del Espíritu Santo, para guiarle a tomar buenas decisiones
con sabiduría.
Entonces ¿Qué es
entregarse a Cristo? ¿Qué significa entregar la vida a Cristo?
Esto
es muy importante entender, porque hay personas inescrupulosas, no pastores,
que se adueñan de las personas, deciden por ellas, piensan por ellas y viven de
ellas, eso no es entregarse a Cristo. De esos lugares y de esas personas hay
que huir lo antes posible.
Cuando
una persona decide entregar a Cristo su vida, no es otra cosa que aceptar el
sacrificio a su favor hecho por El, reconocer la autoridad de Cristo sobre su
vida y depender de El diariamente para hacer su voluntad, renunciando a toda
religión falsa, practicas paganas y conducta o estilo de vida anterior, reñidas
con los valores y principios bíblicos.
Es
ahí donde entra la función pastoral, el pastor tiene el privilegio y la
obligación de enseñarle las verdades de Dios, de hacerle conocer a través de
las Escrituras al verdadero Dios y Salvador Jesucristo. Por qué fue necesario
el sacrificio de Cristo en la Cruz y por qué debemos obedecer los mandamientos
de Dios que hacen a la nueva vida.
Una
persona que viene a Cristo con sinceridad recibe una transformación total en su
vida de forma inmediata, y gradualmente va cambiando sus hábitos y costumbres,
pues comienza a pensar y vivir de acuerdo a las enseñanzas del Maestro por
excelencia, Jesucristo, y a medida que avanza en ese andar va ocurriendo el
cambio en su vida.
Dios
por medio de su Espíritu Santo, les de entendimiento y sabiduría, guiándole a
toda verdad.
Los
abraza en Cristo. P. Sosa
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