Con estas palabras el rey Lemuel fue educado por su madre.
Querido hijo mío, que naciste como respuesta
de mis oraciones a Dios, ¿qué consejos podría darte? ¡No te vuelvas loco por
las mujeres!, pues han llevado a la ruina a muchos reyes.
Querido Lemuel, no conviene que los
reyes tomen bebidas alcohólicas, ni que se emborrachen. Porque en cuanto se
emborrachan se olvidan de la ley y no protegen a los pobres. El alcohol es para
los que viven amargados y ya no tienen esperanza.
¡Déjalos que se emborrachen y se olviden de su miseria! ¡Que no se acuerden de
lo mucho que sufren!
Habla en favor de las viudas;
defiende los derechos de los huérfanos. Habla en favor de ellos; ¡hazles
justicia! ¡Defiende a los pobres y humildes! Proverbios 31
Las abraza en Cristo. P. Sosa.
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