Huye de
las pasiones de la juventud, y busca la justicia, la fe, el amor y la paz,
junto con todos los que con un corazón limpio invocan al Señor. 2 Timoteo 2:22
Las personas somos de quedarnos anclados en el pasado, sin
darnos cuenta que la vida avanza, y junto con la vida nosotros debemos también
seguir creciendo hasta llegar a la madurez. A esto se refiere el apóstol Pablo
cuando le escribe a su discípulo Timoteo y está vigente para nosotros hoy día.
Hay muchas cosas en este mundo que apasionan, ideales que
difícilmente se concreten, utopías que atrapan y cautivan no solo a la juventud
sino que muchas veces los mayores tampoco escapamos de eso.
La recomendación bíblica es huir, no luchar contra esas
pasiones. ¿Por qué? por la sencilla razón que esas pasiones son más fuerte que
la voluntad humana, por lo tanto, lo sabio es huir. ¿Cómo? Buscando y
practicando la justicia, la fe, el amor y la paz. ¿Dónde? En el único lugar
donde podemos encontrarlas, o sea en Dios por medio de Cristo. Solamente en
Cristo se encuentra todo lo que es verdadero, y que nos libra de caer en
engaños y mentiras destructivas. Creciendo en el conocimiento de Dios y de
Cristo, vamos madurando en lo espiritual y afianzando nuestra relación con
Dios.
Quiera el Señor por medio de su Santo Espíritu, dar sabiduría
para entender y practicar la palabra que viene de su boca, la cual nos hace
sabio para la salvación de nuestra alma y una vida saludable en esta tierra.
Los abraza en Cristo. P. Sosa.
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