viernes, 6 de marzo de 2020

En este mes dedicado a la mujer.


Es tiempo que pensemos, que ella es una parte del hombre. El mismo Dios que hizo al varón también hizo a la mujer de una costilla del varón. Y con los dos formó el matrimonio de donde surgió la familia.
Por lo tanto no podemos ignorar esa realidad. También debemos reconocer que Dios les ama y tiene cuidado de ambos. Para Dios, el ser humano es especial, ya que a ningún otro ser creado lo hizo a imagen y semejanza suya, ni siquiera a los ángeles que viven en su presencia. ¡¡¡Cuánto nos ama!!!
Cuando Dios creó al hombre, lo creó a su imagen; varón y mujer los creó,  y les dio su bendición. Génesis 1:27
Es cierto que en este tiempo hay una lucha tonta e innecesaria de género, y cada día se vuelve más violenta, eso no debe ser así, pero es lo que está sucediendo, se destruyen unos a otros en lugar de ayudarse unos a otros.
¿Por qué? Si ambos somos necesarios. El varón sin la mujer está incompleto, y la mujer sin el varón también.
Por más que se niegue esta realidad, y tanto el varón como la mujer digan que se bastan solo, no es así en la práctica, se necesitan el uno al otro. Pero a la soberbia humana le cuesta aceptar que es así a tal punto que crean robots queriendo suplantar a uno de los dos y en su insensatez no se dan cuenta que un montón de latas o siliconas nunca va a igualar a la perfecta creación de Dios. 
Al Creador le plació hacerlo de esta manera; después que hizo al varón, vio que algo faltaba, no era bueno que el varón esté solo. Sacando una costilla de Adán le hizo la ayuda idónea, o sea su complemento perfecto. Siendo una parte de él y no una extraña, dotándola de todas las capacidades necesarias para desempeñar la función para lo cual fue hecha.
Es por eso que el proverbio bíblico dice; Encontrar esposa es encontrar lo mejor: es recibir una muestra del favor de Dios. Proverbios 18:22
Porque el matrimonio no debe ser un contrato comercial con cláusula de rescisión ante el primer problema que surja, sino un compromiso de amor de por vida, a pesar de todos los inconvenientes que puedan aparecer, y que por decisión de ambos buscan la mejor solución a fin de continuar construyendo esa armonía conyugal, preparando el hogar para la llegada de los hijos que completarán la felicidad familiar.
Pues como el joven se casa con su novia, y como el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el Dios tuyo. Isaías 62:5
Por lo tanto la buena relación de género es algo que se construye diariamente. Se fundamenta en el respeto y la aceptación, de que somos iguales, pero diferentes, con funciones específicas y que cada uno es muy valioso en su función.
Ustedes, varones, igualmente, vivan con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que sus oraciones no tengan estorbo. 1 Pedro 3:7
Dice un proverbio bíblico; La mujer sabia edifica la familia. Proverbio 14:1
Por ultimo recordemos que, El que ama es capaz de aguantarlo todo, de creerlo todo, de esperarlo todo, de soportarlo todo. Sólo el amor vive para siempre. 1 Corintios 13
Esto es lo que hay que tener presente, cuando comenzamos a construir una relación personal permanente. Amar, respetar y ser sincero unos con otros, siendo responsables de nuestros actos y actitudes.
Con esto presente, sin duda alguna, ya no habrá violencia de género, ni violencia familiar, ni competencia estéril, menos aún la búsqueda inútil de igualdad, sabiendo que somos iguales pero diferentes. Aceptando el plan de Dios para la vida particular de cada uno y también el propósito de Dios para la familia, complementándonos en perfecta armonía de género y disfrutando de la vida en familia.

Bendiciones.  Pastor Sosa


No hay comentarios.:

Publicar un comentario