miércoles, 4 de marzo de 2020

Cuando se habla de inseguridad.


¿De qué estamos hablando? ¿A qué nos referimos? ¿Qué es lo que buscamos?
Porque ¿Dónde vemos inseguridad? ¿Quiénes la sufren? ¿Quienes la provocan? ¿Cómo se soluciona?
Si nos detenemos a pensar por unos instantes y a observar a nuestro alrededor, nos daremos cuenta que la misma no solamente está en las plazas o parques adónde vamos a correr, también en los estadios o campos deportivos y muy de vez en cuando en las calles por donde caminamos.
La inseguridad como tal se ve, se palpa, se siente, se sufre y se ejecuta, en los propios hogares, en el trabajo, en la escuela, los colegios, en clínicas y hospitales y aún dentro de la religión.
Pero ¿Qué es lo que produce inseguridad?
La misma es hija de la irresponsabilidad, que trae aparejado violencia en cualquiera de sus formas, y en esos lugares usted está totalmente indefenso, pues comienza psicológicamente haciéndole creer que usted tiene la culpa de lo que le pasa.
Observemos a los niños, adolescentes y jóvenes, ¿Por qué no les gusta estar en sus hogares? ¿Qué es lo que hace que ellos pasen más tiempo en las calles, plazas o boliches en lugar de estar con la familia? Aunque sea por un rato. ¿No será que encuentran más contención y seguridad en esos lugares que en sus casas? ¿Se le presta la atención que ellos necesitan acompañando su crecimiento? Eso también es inseguridad.
Miremos  a un varón que abusa o utiliza sexualmente a una mujer, cualquiera sea su edad, y además la embaraza está produciendo inseguridad emocional y física en esa persona.
Cuando una mujer embarazada está pensando en hacer un aborto, está creando inseguridad en su propio vientre materno para el inocente que está ahí. Cuando debería ser el lugar más seguro para un hijo.
Cuando un patrón hace caso omiso de las leyes laborales que regulan esas relaciones, trasmite inseguridad a sus obreros o empleados, no permitiendo su pleno desarrollo como tal.
Cuando usted llega a una clínica u hospital por problemas de salud y no es atendido porque no completó toda la documentación, usted se siente inseguro.
Cuando usted ingresa a una determinada religión buscando a Dios necesitando  paz interior, y en lugar de eso encuentra maltrato, abuso y esclavitud por medio del engaño y la mentira, apropiándose no solo de sus bienes, sino también de su persona, dejándolo indefenso y confundido quedando totalmente desprotegido, pues nadie escucha ni entiende su situación. Eso es inseguridad.
Y así podríamos continuar una larga lista de lugares y actitudes inseguras, y que muchas veces no se tiene en cuenta, eso también conlleva inseguridad manifestándose en el mal trato con el semejante, produciendo violencia física, emocional, afectiva y espiritual. Afectando a la persona, dañando sus valores y derrumbando su autoestima.
Si no queremos que eso continúe creciendo en nosotros y en nuestro entorno, detengámoslo y reflexionemos sobre estas cosas, nos daremos cuenta de nuestra necesidad de protección continua, y eso solamente lo encontramos en Dios y su palabra que dice: el que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente y puede decir a Dios, esperanza mía castillo mío, mi Señor en quién confiaré. Salmo 91:1
Jesús dice; No temas, cree solamente. (Marcos 5:36)
Lo único que trae verdadera seguridad, es depositar la fe en Dios por medio de la obra redentora de Cristo su Hijo Amado. Bendiciones. P. Sosa

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