domingo, 8 de septiembre de 2019

Para pensar, reflexionar y actuar.



Es interesante leer un relato Bíblico en el evangelio de Lucas 19. En ese relato Jesús se encuentra con un funcionario público, el mismo deseaba ver a Jesús, estaba tratando de encontrar paz interior, pues durante su gestión pública, aparentemente se había enriquecido más de lo debido y quería solucionar ese tema que al parecer no lo dejaba dormir tranquilo. 
Jesús entró en Jericó.  Allí vivía Zaqueo, un hombre muy rico que era jefe de los cobradores de impuestos.  Zaqueo salió a la calle para conocer a Jesús, pero no podía verlo, pues era muy bajito y había mucha gente delante de él.  Entonces corrió a un lugar por donde Jesús tenía que pasar y, para poder verlo, se subió a un árbol de higos.
Cuando Jesús pasó por allí, miró hacia arriba y le dijo: Zaqueo, bájate ahora mismo, porque quiero hospedarme en tu casa.
Zaqueo bajó enseguida, y con mucha alegría recibió en su casa a Jesús.
Cuando la gente vio lo que había pasado, empezó a criticar a Jesús y a decir: ¿Cómo se le ocurre ir a la casa de ese hombre tan malo?
Después de la comida, Zaqueo se levantó y le dijo a Jesús: Señor, voy a dar a los pobres la mitad de todo lo que tengo. Y si he “robado algo”, devolveré cuatro veces esa cantidad.
 Jesús le respondió: Desde hoy, tú y tu familia son salvos, pues eres un verdadero descendiente de Abraham. Yo, el Hijo del hombre, he venido para buscar y salvar a los que viven alejados de Dios.
Enriquecerse en la función pública no es nuevo, ya ocurrida en tiempo de Jesús. Lo diferente de esa época es que todavía había sensibilidad de conciencia. Zaqueo fue a la persona correcta buscando ayuda para cambiar su conducta, “en esta época no pasa”, y en su encuentro con Jesús encontró el perdón de Dios y la actitud correcta de manifestar su deseo de devolver lo que no le pertenecía.
Siempre que se quiera cambiar de vida, Dios está dispuesto a escuchar el pedido de auxilio y otorgar el perdón de los pecados, dando la oportunidad de comenzar una nueva vida en Cristo.


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