El ser humano está enfermo, está
contaminado por el pecado, y las consecuencias son; odio, resentimientos,
injusticia, violencia, avaricia, soberbia, ingratitud, vanagloria, blasfemias,
corrupción, perversión, impiedad, etc.
Enfermedades físicas, pero también
emocionales y espirituales. Eso va afectando lentamente la vida humana y sus
relaciones, pero también la naturaleza toda y nos vuelve vulnerables a todo lo
que ocurre a nuestro alrededor.
Nuestro mundo está enfermo, nuestro
hábitat natural también está enfermo, gravemente enfermo.
El pecado trae enfermedad y muerte,
afectando no solo al ser humano, sino a todo su entorno
Eso hace que las personas se
enfermen. Hay mucha contaminación en
todo el planeta, eso tiene sus consecuencias en el ser humano.
Las estadísticas nos muestran esta triste
realidad humana.
Hoy en el mundo entero se venden toneladas
de medicamentos y en muchos casos son insuficientes, para resolver el problema
de la salud humana, la cual continúa deteriorándose.
Están surgiendo enfermedades que
aparentemente habían sido erradicadas, y están apareciendo otras nuevas, para
las cuales no se conocen medicina capaz de curarlas.
Ahora la pregunta es; ¿Por qué ocurre
esto? ¿Cuál es el problema?
Para poder dar un diagnostico perfecto,
debemos consultar con el que sabe y conoce el origen del problema de la
humanidad, y el único que tiene la medicina correcta para restaurar la
salubridad en el mundo.
El
problema del ser humano no es lo que vemos, lo que se ve son las consecuencias
del verdadero problema.
El problema del ser humano es, haberse
desentendido de Dios, eso trae incertidumbre,
soledad, angustia, confusión, violencia, conducta depravada, deseo de
venganza, odio, resentimiento, intolerancia,
desprecio por la vida propia y la de los demás.
Dice La Biblia que el hombre está sin esperanza y sin
Dios en este mundo. Efesios 2:12
Cuando no hay esperanza, no hay nada, se
está vacío, se vive el momento y el presente únicamente, no existe el futuro en
el pensamiento de tal persona.
Y si no hay futuro, el presente es lo
único que importa, por lo tanto su idea es hacer todo lo que quiere hoy, no
importa a quien afecte o dañe, total mañana sencillamente cree, que no estará.
Además al no tener a Dios en su
pensamiento ni en sus planes, lo libera de cualquier límite que se lo quisiera
imponer.
Porque según su pensamiento, nadie podrá
pedirle cuenta de sus acciones, tampoco habrá alguien que lo condene por su
conducta.
Para él, todo termina en la tumba, no
existe vida después de la muerte, por lo tanto según su pensamiento equivocado
es únicamente aquí y ahora que se sufren las consecuencias de los actos
realizados.
Es el pensamiento de muchas personas, que
el cielo y el infierno están aquí en la tierra en el presente que se vive.
Sin embargo leemos en Las Sagradas
Escrituras lo siguiente; Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es
el todo del hombre.
Porque Dios traerá toda obra a juicio,
juntamente con toda obra encubierta, sea buena o sea mala. Eclesiastés 12:13-14
Por todo esto, la medicina tradicional y
la ciencia, no pueden solucionar el problema humano.
Por el desconocimiento que hay de Dios y
su palabra en el mundo, tratan de solucionar las consecuencias y no el problema
que produce estas consecuencias.
Todo lo que el hombre haga para que el
mundo cambie, siempre es solamente un paliativo, un calmante, no el remedio que
necesita. continuará....
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