Sin fundamento, la vida se destruye.
Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo? Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres. Jehová prueba al justo; Pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece. Sobre los malos hará llover calamidades; Fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de ellos. Porque Jehová es justo, y ama la justicia; El hombre recto mirará su rostro. Salmos 11:3-7
¡Qué importante es el fundamento! Ya sea para un edificio, un puente, una carretera, una torre o cualquier otro elemento que se eleva en lo alto, pero necesita que su base sea firme para que lo sostenga en lo alto. Así también es la vida, todo lo que se hace o se deja de hacer, debe tener un fundamento sobre lo cual se apoye, una actitud, una conducta, un proceder, un comportamiento o cualquier cosa de bien que se emprenda o realice. Especialmente en el ámbito familiar, y el trato con los demás, se necesita sabiduría para no cometer injusticia, porque ¿cómo saber lo que es justo en cada una de las circunstancia en la cual se vive? Para algunos lo que parece ser justo, para otros no lo es y eso trae dificultad o malos entendidos entre las personas.
Ahora bien, ¿Cómo saber lo que es justo? ¿En que nos basamos a la hora de hacer una evaluación? Ya que cada uno tiene su propia interpretación de la justicia. Por ejemplo, muchas veces aplicar la ley no significa que se hizo justicia, porque hay leyes injustas, leyes discriminatorias entre pobres y ricos, entre poderosos y el ciudadano común, entre el varón y la mujer, entre la clase política y la ciudadanía, leyes que apoyan la inmoralidad, leyes que atentan contra la vida humana, que ayudan a la corrupción del ser humano.
Es en esta situación donde la palabra de Dios toma relevancia, porque solamente Dios sabe lo que es bueno y lo que es malo, qué está bien y qué está mal. Dios en su palabra declara; ¡Hay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! Isaías 5:20. Desde el principio mismo de la creación, Dios ha establecido principios de vida, valores morales y leyes atemporales que rigen la vida y el que hacer del ser humano, pero lamentablemente hay muchos que las ignoran. En la biblia está escrito lo siguiente; Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti; solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios. Miqueas 6:8
Es por esto que la persona necesita la presencia de Cristo en su vida, en todo tiempo y lugar, necesita escuchar y obedecer las enseñanzas que vienen por medio del evangelio de Jesucristo. Es necesario que cada persona tenga un fundamento firme para su diario andar, porque cada día que pasa crece la violencia, la injusticia, la corrupción, la insensibilidad hacia los más débiles, la maldad, etc. Jesús luego de dar una serie de enseñanza dijo; Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Mateo 7:24.
Jesús el Hijo de Dios, es el fundamento que toda persona necesita para tener una vida de plenitud, de gozo y alegría aun en medio de las peores circunstancias. El apóstol Pablo escribió; Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
Los abraza en Cristo. P. Sosa.
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