Comenzando el 2025 con una actitud de vida diferente.
Las Sagradas Escrituras dicen: Vivan siempre en armonía. Y no sean orgullosos, sino traten como iguales a la gente humilde. No se crean más inteligentes que los demás. Si alguien los trata mal, no le paguen con la misma moneda. Al contrario, busquen siempre hacer el bien a todos. Hagan todo lo posible por vivir en paz con todo el mundo. Queridos amigos y hermanos, no busquen la venganza, sino dejen que Dios se encargue de castigar a los malvados. Pues en la Biblia Dios dice: A mí me toca vengarme. Yo le daré a cada cual su merecido. Y también dice: Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Así harás que le arda la cara de vergüenza. No se dejen vencer por el mal. Al contrario, triunfen sobre el mal haciendo el bien. Romanos 12:9
Por causa del orgullo humano la convivencia siempre ha sido y es difícil de manejar, porque cada persona reclama permanentemente su derecho, y muchas veces sin tener en cuenta sus obligaciones. La empatía humana es algo que se ha ido perdiendo con el correr del tiempo, el ser humano por causa de su naturaleza caída se va deshumanizando, a tal punto que actualmente las personas se enternecen más con un objeto, con un lugar, con un animal y cualquier otra cosa inanimada, pero se vuelve cada vez más violenta con las demás personas, cualquiera sea su edad, no pueden soportar ni relacionarse si no es a los gritos, insultos groseros, violencia física o emocional. Además cada vez más se va deteriorando la ética, la moralidad y las buenas costumbres. Vivimos en un mundo donde la gran mayoría de las personas se definen como religiosas, sin embargo su religión no le sirve en momentos de dificultad o problemas personales. ¿Por qué será? Nos preguntamos, porque la religión es incapaz de regenerar el corazón humano, no puede quitar su naturaleza pecaminosa y por lo tanto no puede cambiar su actitud o comportamiento para con los demás. Solamente el nuevo nacimiento produce eso.
Es acá donde el evangelio de Jesucristo toma relevancia, porque el evangelio no es una religión más, es vida nueva en Cristo. Las Sagradas Escrituras declaran; De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Estando en Cristo, el Espíritu Santo viene a vivir en cada persona, de esa manera Dios está en nosotros, y con nosotros. Es el Espíritu quien nos capacita para vivir, no para cumplir, sino para vivir todas las enseñanzas que Cristo nos da a través de su palabra escrita, para que por ellas vivamos en esta nueva vida espiritual que nos ha otorgado, haciéndonos partícipes de su naturaleza divina.
Solamente así podemos obedecer todas estas enseñanzas dada a través del apóstol Pablo, a quien ha designado maestro para los no judíos, quien en todos sus escritos nos da a conocer lo que es agradable a Dios, y nosotros, los que confiamos en Cristo, como hijos adoptados por Dios, debemos incorporar a nuestro diario vivir, para ser mejores personas cada día honrando a nuestro Padre celestial. Teniendo en cuenta esto, nos esforzaremos en hacer lo bueno y tener empatía con los demás, en medio de una sociedad donde el mal y la maldad van en aumento. Sobre todo recordar la palabras de nuestro Señor y Salvador Jesucristo que dijo; Amen a sus enemigos, y oren por quienes los persiguen. Así ustedes serán hijos de su Padre que está en el cielo; pues él hace que su sol salga sobre malos y buenos, y manda la lluvia sobre justos e injustos.
¡Bendecido año 2025, elevándonos con Dios en nuestra vida!
Los abraza en Cristo. P. Sosa.
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