Hay caminos que al hombre le parece derecho, pero su fin es camino de muerte. Proverbio 14:12
Escoger el camino de la vida que se quiere transitar no es fácil, porque la sociedad propone diversos caminos, todos parecen lindos y aparentan ser buenos, además cada uno de ellos tiene su atractivo. En ellos se encuentran distintas alternativas de vida, el más atractivo es el que conduce hacia una vida fácil de placeres, una vida vacía de contenidos morales, sin tener un propósito por el cual esforzarse, sin responsabilidad, donde todo es válido, “si te gusta hacelo” lo importante es que seas feliz, dicen. Sin embargo esa clase de vida es muy frágil y peligrosa, porque tiene muchos atajos con trampas escondidas que hacen infelices a los que transitan por ellos, y muchas veces terminan siendo callejones sin salida. Ejemplo de esto es el consumo de estupefacientes, algunos comienzan probando para ver que se siente y con dolor descubren que cuando quieren dejar, ya no pueden hacerlo por sus propios medios, descubriendo así que la vida placentera que buscaba se convierte en un calvario de problemas y dificultades. Se puede mencionar también otros caminos o conductas equivocadas, como ser el sexo ilícito, quedarse con cosas que no le pertenecen, un carácter violento sostenido por el orgullo, y otros tantos vicios destructivos que conducen a una vida de muerte, vacía, triste, dolorosa, solitaria y sin sentido.
Entonces ¿Cómo escoger el buen camino de la vida, sin equivocarme? Quizás se pregunte usted. ¡Es una muy buena pregunta! La respuesta está en las Sagradas Escrituras, Jesús dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Jesús es el único camino que lleva a una vida con propósito, porque vuelve a conectar con su Creador al ser humano. El nacimiento de Jesús en este mundo, fue para rescatar a cada persona, de esa vida sin sentido por medio del evangelio, esa es la buena noticia para el ser humano, escoger a Cristo, es escoger el buen camino de la vida. Pero no hay que confundir, practicar alguna religión, no es conocer al Cristo vivo capaz de ayudar en el diario transitar, porque viene a vivir en la persona por medio de su Espíritu. La religión se fundamenta en preceptos, rituales, sacrificios y esfuerzo humano. En cambio, conocer y tener a Cristo en la vida es diferente, porque no se trata de cumplir rituales, ni de ir a un determinado lugar, sino sencillamente de vivir en concordancia con la enseñanza de Cristo. Jesús dijo; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Juan 10:10. Quien tiene una relación personal con Cristo, está en el verdadero camino de la vida, transitando por este mundo a la luz de las enseñanzas bíblicas, guiada por el Espíritu de Dios.
Los abraza en Cristo. P. Sosa.
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