Libre para tomar sabias decisiones de vida.
El rey Nabucodonosor ordenó también que a esos jóvenes se les diera todos los días de los mismos alimentos y vinos que a él le servían, y que los educaran durante tres años, al cabo de los cuales quedarían a su servicio. Pero Daniel se propuso no contaminarse con la comida y el vino del rey, y pidió al jefe del servicio de palacio que no le obligara a contaminarse con tales alimentos. Daniel 1: 8
Esto es una maravillosa historia bíblica que nos deja una hermosa enseñanza de vida.
Los jóvenes a los cuales se refería el rey de Babilonia que se les diera el mismo alimento que él consumía, son jóvenes Hebreos que habían sido llevados cautivos por su ejército, al término de una batalla contra Jerusalén. Entre los cuales estaba este Daniel, un joven hebreo con una actitud diferente con respecto a su situación. Si bien él formaba parte de los cautivos, se consideraba libre para tomar decisiones propias. Y la primera decisión fue sabia, no contaminarse, no ser uno más del montón, ser y seguir siendo diferente, aunque eso significara un riesgo para su vida.
Pero entendió también que esa decisión le abría otras oportunidades, pues se apoyó sabiamente en el Dios de Israel, el Dios a quien servía. Aunque estaba en un lugar de cautiverio físico, seguía estando libre en el espíritu, su cuerpo lo tenían sus captores pero él como persona estaba en las manos de su Dios, estaba bajo su protección, y ninguno que ponga su confianza en Dios, será avergonzado declaran las Escrituras.
No comer ni beber de lo mismo que comía y bebía el rey pagano, significaba que Daniel no estaba dispuesto a consumir el alimento que le ofrece su enemigo, será muy lindo y atractivo esos manjares, pero no es bueno ni conviene consumirlos. Tampoco va a saciar su sed con el vino de la corte, para embotar su cerebro y así tal vez olvidar su situación actual de cautivo. Daniel prefería comer legumbres y beber agua que es el alimento fresco que proviene de parte de Dios el creador, eso hizo que Daniel estuviera correctamente alimentado y con sus facultades mentales libre de contaminación pagana, al momento de ser requerido por el rey. Dios recompensa esa actitud, y hace que Daniel sea más sabio que todos los sabios del reino babilónico. Aunque seguía estando en cautiverio físico, continuaba libre para servir al Dios de Israel. Trabajaba en Babilonia, estaba bajo las órdenes del rey babilónico, pero obedecía y servía a Dios el Padre celestial.
Amigos y hermanos en Cristo esta maravillosa historia de Daniel, nos muestra que no es el lugar físico donde nos encontremos, sino más bien la posición espiritual donde estemos, y solo hay dos lugares espirituales posibles, estar en Cristo, o estar fuera de Cristo.
Permítame preguntarle; ¿Dónde se encuentra usted? ¿Está dispuesto a no contaminarse con lo que el mundo ofrece, por más atractivo que sea? De eso depende una vida de libertad y en victoria, aun estando físicamente en territorio enemigo, pero no bajo su control. ¡En Cristo somos más que vencedores! ¡Feliz año 2025!
Los abraza en Cristo. P. Sosa.