viernes, 5 de junio de 2020

El Señor es mi pastor nada me faltará. Salmo 23:1



¿Qué viene a su mente cuando lee o escucha este salmo? ¿En qué piensa o qué se imagina?
¿Puede ver la provisión diaria de Dios? Cuándo va a su alacena y ve que las provisiones se van terminando y todavía falta para fin de mes. ¿Sigue creyendo? Cuando se entera que su esposo o usted se queda sin trabajo. ¿Puede seguir confiando? Cuándo las facturas de los servicios se van acumulando. El Señor ¿Es su pastor? O comienza a tener algo de duda en que nada le va a faltar, sigue contando con los recursos de Dios o ¿piensa que debe buscar en otro lado?
Esos son momentos muy duros por los que la mayoría atravesamos, en esa circunstancia nuestra mente se niega a creer que todo va a salir bien, porque, aunque el corazón dice una cosa los ojos muestran la realidad presente.
Sin embargo al leer y aprender de memoria este salmo y meditarlo en todo tiempo, ayuda a confiar en toda circunstancia en Dios como quien es el que provee todo lo que se necesita. Es un salmo muy rico en promesas de Dios que cubre todas las áreas de la vida, como ser habla de descanso, fortalecer el alma, conducir por sendas de justicia, aliento en momentos de sentirse en el valle de sombras de muerte, también de proveer alimentos aun en medio de las burlas de las personas que tratan de hacer desconfiar de la provisión de Dios. Pero hay que recordar que Dios es Fiel, si su palabra declara que nada le faltará, no tenga dudas, ¡nada le faltará! Eso sí, no piense solo en lo material, en lo que se ve, recuerde que la esperanza se fundamenta en lo que no hay, o no se tiene, pero que sabe que va a tener, o que va a llegar. Tener paciencia para esperar, fortaleza para resistir, inteligencia para pensar y sabiduría para actuar, también forma parte de las provisiones de Dios hasta que llegue el momento exacto en que Dios actúe, supliendo esa necesidad específica que está esperando.
Seguramente usted ya pasó por esto y sabe que es así. Dios es Fiel, su palabra es verdadera, por lo tanto sus promesas son fieles y verdaderas, es por esto que le animo a no desmayar aunque el horizonte esté oscuro, el Sol de Justicia brillará.
Los abraza en Cristo. P. Sosa

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