No niegues un favor a quien te lo pida si en tu mano está el otorgarlo. Nunca
digas a tu prójimo: Vuelve más tarde; te ayudaré mañana, si hoy tienes con qué
ayudarlo.
No urdas el mal contra tu prójimo, contra el que ha puesto en ti su confianza.
No entres en pleito con nadie que no te haya hecho ningún daño.
No envidies a los violentos, ni optes por andar en sus caminos.
Porque Dios el Señor aborrece
al perverso, pero al íntegro le brinda su amistad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario