Es bueno
conocer el relato Bíblico de la creación del ser humano.
Cuando
Dios, el Señor, hizo la tierra y el cielo no había aún arbustos en la
tierra ni la hierba había brotado, porque Dios, el Señor, todavía no había
hecho llover sobre la tierra ni existía nadie que cultivase el suelo; sin
embargo, de la propia tierra brotaba un manantial que regaba toda la superficie
del suelo.
Entonces Dios, el Señor, modeló al hombre de
arcilla del suelo, sopló en su nariz aliento de vida y el hombre se convirtió
en un ser viviente.
Dios, el
Señor, plantó un jardín en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había
modelado. Dios, el Señor, hizo brotar del suelo toda clase de árboles
hermosos de ver y de frutos apetitosos. Además, hizo crecer el árbol de la vida
en medio del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y del mal.
Así
comenzó nuestra historia en la tierra, este maravilloso lugar donde vivimos y
que debemos cuidarlo.
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