domingo, 4 de febrero de 2024

Cristo, poder y sabiduría de Dios para la salvación del mundo, y en especial de los que creen.

El mensaje de la muerte de Cristo en la cruz parece una tontería a los que van a la perdición; pero este mensaje es poder de Dios para los que vamos a la salvación. Como dice la Escritura: Haré que los sabios pierdan su sabiduría y que desaparezca la inteligencia de los inteligentes. ¿En qué pararon el sabio, y el maestro, y el que sabe discutir sobre cosas de este mundo? ¡Dios ha convertido en tontería la sabiduría de este mundo! Puesto que el mundo no usó su sabiduría para reconocer a Dios donde él ha mostrado su sabiduría, dispuso Dios en su bondad salvar por medio de su mensaje a los que tienen fe, aunque este mensaje parezca una tontería. Los judíos quieren ver señales milagrosas, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros anunciamos a un Mesías crucificado. Esto les resulta ofensivo a los judíos, y a los no judíos les parece una tontería; pero para los que Dios ha llamado, sean judíos o griegos, este Mesías es el poder y la sabiduría de Dios. Pues lo que en Dios puede parecer una tontería, es mucho más sabio que toda sabiduría humana; y lo que en Dios puede parecer debilidad, es más fuerte que toda fuerza humana. Hermanos, deben darse cuenta de que Dios los ha llamado a pesar de que pocos de ustedes son sabios según los criterios humanos, y pocos de ustedes son gente con autoridad o pertenecientes a familias importantes. Y es que, para avergonzar a los sabios, Dios ha escogido a los que el mundo tiene por tontos; y para avergonzar a los fuertes, ha escogido a los que el mundo tiene por débiles. Dios ha escogido a la gente despreciada y sin importancia de este mundo, es decir, a los que no son nada, para anular a los que son algo. Así nadie podrá presumir delante de Dios. Pero Dios mismo los ha unido a ustedes con Cristo Jesús, y ha hecho también que Cristo sea nuestra sabiduría, nuestra justicia, nuestra santificación y nuestra liberación. De esta manera, como dice la Escritura: Si alguno quiere enorgullecerse, que se enorgullezca del Señor. 1 Corintio 1-18

Es maravilloso el obrar de Dios en la vida de cada persona que se acerca a él con un corazón contrito y humillado. No necesitamos tener estudios avanzados, ni sabiduría humana para ser un instrumento de Dios. Cuando más vacío estamos de nosotros, más puede llenarnos el Señor y dotarnos de las herramientas necesarias para ser portadores del evangelio de la salvación por gracia. Dios no necesita personas capacitadas, ni sabios según el mundo, solo necesita personas con un corazón humilde dispuesto a dejarse usar.

Dios nos recibe débiles, y nos hace fuertes, nos recibe pecadores, y nos hace santos, nos recibe ignorantes, y nos hace sabios, nos recibe esclavos, y nos hace libres, nos recibe huérfanos y nos adopta como a hijos. Por todo esto la gloria es solo para Dios, nosotros no aportamos nada, solamente nuestra voluntad para obedecer a Dios. Es precioso poder ser un instrumento para bien en las manos de Dios.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

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