Recuerda a los otros y recomiéndales delante de Dios que hay que evitar las discusiones. No sirven para nada. Lo que hacen es perjudicar a quienes las escuchan. Haz todo lo posible por presentarte delante de Dios como un hombre de valor comprobado, como un trabajador que no tiene de qué avergonzarse, que enseña debidamente el mensaje de la verdad. 2 Timoteo 2:14
Muchas personas practican el deporte de discutir temas de política, de futbol, de religión, discusiones que carecen de sentido porque las personas discuten sin mucho conocimiento del tema, lo triste es que varias veces terminan enemistadas entre ellas, y también con quienes las escuchan, tampoco escapan a esto los creyentes evangélicos.
La recomendación bíblica es que hay que evitar las discusiones sin sentido, es difícil, pero no imposible, además es necesario hacerlo por el bien de una sana conversación, con el propósito de edificarse unos a otros, y no destruirse unos a otros.
Por eso es necesario cultivar un vocabulario fundamentado en las buenas costumbres, sobre todo aprender a escucharse unos a otros, para poder entender y llevar a buen puerto una conversación edificante.
El salmista dice esto; ¡Tanto amo tus enseñanzas que a todas horas medito en ellas! Siempre están conmigo, y me hacen aún más sabio que mis enemigos y mis maestros. Hasta entiendo mejor que los ancianos, porque las pongo en práctica. Salmo 119: 98
Quiera Dios ayudar a cada persona que desee mejorar su comunicación y vocabulario, más en este tiempo de mucha violencia física y emocional, donde enseguida se recurre al insulto para hacer prevalecer su idea o pensamiento, y así también tener una mejor relación con familiares y amigos, evitando así problemas innecesarios que a nadie ayuda.
Los abraza en Cristo. P. Sosa.
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