Cuando Dios creó al hombre, lo creó a su imagen; varón y mujer los creó, y les dio su bendición. Génesis 1:27
Debemos recordar que el Día Internacional de la mujer se origina en memoria de esas mujeres que lucharon por el derecho que les correspondía como personas y trabajadoras, y que para conseguir ese reconocimiento algunas perdieron la vida en pos de ese propósito.
Vivimos en un mundo machista donde no siempre se le da el lugar que le corresponde a la mujer, y que tampoco se la respeta como tal, no se le reconoce como persona sino más bien como un objeto, sobre todo en este tiempo donde la violencia contra ella en todas sus formas ha crecido.
Hay que reconocer que las mujeres no son objetos, son personas con capacidades y talentos, que tienen no solamente cuerpo sino también alma y espíritu, con afecto, con sentimiento, con sueños y anhelos que muchas veces son frustrados y dañados, por causas de varones insensibles que las utilizan como material descartable. ¡No debe ser así!
Dios nuestro hacedor ha dado un rol especial a la mujer, al constituirle como esposa y madre, eso no la hace superior ni tampoco inferior, sino el complemento ideal y necesario para el hombre.
Es por eso que las Sagradas Escrituras también resaltan las cualidades de la mujer ama de casa, esposa, madre y administradora, con una vida centrada en el respeto y sujeción a Dios.
Mujer ejemplar no es fácil
hallarla; ¡vale más que las piedras preciosas!...
… «Mujeres buenas hay muchas, pero
tú eres la mejor de todas.»
Los encantos son una mentira, la
belleza no es más que ilusión, pero la mujer que honra al Señor es digna de
alabanza. ¡Alábenla ante
todo el pueblo!
¡Denle crédito por todo lo que ha hecho! Proverbios
31
Por lo tanto, es necesario que pensemos en la mujer. Algún varón quizá diga, eso lo hago constantemente, pero la propuesta es hacerlo de una manera diferente al que se hace normalmente, que la miremos con una mirada distinta a lo habitual. Que no nos detengamos solo en lo físico, pues ellas no son solamente cuerpos sino que también tienen alma y espíritu. Es decir son personas, no objetos, que se utilizan para satisfacer placeres, y mucho menos fábricas descartables de bebés.
Varones, como el sexo fuerte que dicen que somos, aprendamos a tratar a las mujeres como lo que son, denles el honor que les corresponde, teniendo en cuenta que ellas son más delicadas y están llamadas a compartir con ustedes la vida que Dios les dará como herencia.
Mujeres, ustedes tienen grandes posibilidades de ir revirtiendo esa conducta equivocada de muchos varones, aprovechen el tiempo de la niñez de los varones para instruirlos, para educarlos, para corregirlos y para formarlos en el reconocimiento y valorización de la mujer como persona. No se falten el respeto ustedes mismas, sino ocupen el lugar que les corresponde. Por favor ¡Valorícense!
No permitan que un niño falte el respeto a ninguna dama, desde la más pequeña a la más anciana, desde la más humilde a la más instruida, a quien tenga un cuerpo perfecto o tenga algún defecto físico y eso es tarea tuya como mujer y mamá, ¡usa la sabiduría para formar a sus hijos!
Aunque pertenezcas al mal llamado sexo débil, no eres un ser inferior, tampoco incapaz de formar correctamente a un niño. No aceptes la mentira de que no servís o no podes. Eres valiosa, eres importante y así debes considerarte, mira si serás especial que Dios te ha elegido para hacerte co-heredera de la gracia de la vida. 1 Pedro 3:7
Mujeres, que vuestra preocupación o propósito no sea únicamente estar bien en lo material, sino el haberte realizado como persona, con todo lo que eso implica.
Acércate y relaciónate con quienes te respeten, te cuiden y te valoren. Sobre todo acércate a Dios por medio de Jesús el Cristo resucitado, que es la única persona que no te va a fallar, que te amó, te ama y te amará, dándote el lugar que te corresponde como mujer, madre y persona hecha a su imagen y semejanza.
Las abraza en Cristo. P. Sosa.
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