jueves, 31 de marzo de 2022

¡Cuántos debate hay sobre la vida!

 

 

Especialmente de cómo vivirla, y cada uno tiene su propia teoría con respecto a esto. 

Todos coincidimos en que queremos vivir y disfrutar  de la vida.

El problema es que no sabemos o no entendemos ¿Qué es disfrutar de algo sin que la destruyamos?, o ¿qué es en realidad divertirse y pasarla bien, sin dañarse?

El escritor sagrado estaba en esa búsqueda y él dice.

También me dije a mí mismo:

Ahora voy a hacer la prueba divirtiéndome; voy a darme buena vida.

Tuve cantores y cantoras, placeres humanos y concubina tras concubina.

Fui un gran personaje,  nunca me negué ningún deseo; jamás me negué ninguna diversión. Eclesiastés 2

Pero luego de esto descubre que todo lo que considera disfrutar de la vida como ser, diversión a su manera, darse al vino y andar de parranda, entregarse a los placeres sexuales, tener mujeres y no negarse ningún deseo no le produce satisfacción interior, sino que es algo pasajero, termina ese momento y termina todo.

Entonces dice; Llegué a odiar la vida, pues todo lo que se hace en este mundo resultaba en contra mía. 

¡Qué tristeza! Pues lo mismo que descubre el escritor sagrado es lo que descubrimos nosotros cuando buscamos vivir la vida a nuestra manera, terminamos desilusionados.

Necesitamos aprender a vivir, necesitamos que alguien nos enseñe aun cuando no nos guste que así sea.

 

Jesús dijo; Yo he venido para que tengan vida plena y abundante. Juan 10:10 

El ser humano tiene la idea o el concepto erróneo de que Dios está para arruinarle la diversión.

Que no quiere que el hombre sea feliz, que se divierta, que disfrute de la libertad, que viva su vida, cree que Dios quiere que sea un religioso aburrido.

Nada más lejos de la verdad, si bien las religiones muchas veces hacen pensar eso con sus exigencias humanas, pero no es lo que Dios quiere para sus criaturas.

Dios se interesa por nuestro bienestar terrenal, por la vida que vivimos, porque eso resultará en un bienestar eterno.

El hombre no alcanza a comprender todo lo que Dios ha hecho, lo que hace y lo que hará por el ser humano para que la vida tenga sentido en este mundo.

Hay que cambiar la actitud, somos contradictorios en lo que queremos y lo que hacemos.

Por ejemplo; nos gustaría vivir mucho tiempo y llegar bien fuerte a la vejez, pero no siempre ocurre eso.

La respuesta la encontramos en nuestras propias acciones, en nuestra manera de vivir, en nuestro comportamiento, en nuestra forma de pensar.

Se cree que haciendo lo malo, viviendo mal, se puede disfrutar de una vida agradable y que todo irá bien, y no es así.

Las Sagradas Escrituras nos recuerda que; no debemos engañarnos a nosotros mismos, todo lo que sembramos, eso vamos a cosechar. Si sembramos maldad, cosecharemos maldad. Si sembramos corrupción, cosecharemos corrupción. Gálatas 6:7-8

Por eso es muy importante lo que hacemos, como nos comportamos, que es lo que conversamos y cuáles son nuestros gustos o deseos.

Darnos todos los gustos y cumplir todos los deseos, no significa que disfrutemos de la vida.

La mayoría de las veces, la arruinamos, dejemos que sea nuestro Señor Jesucristo quien nos enseñe a vivir, así tendremos una vida plena, divertida y victoriosa.

Los abraza en Cristo. P. Sosa

lunes, 28 de marzo de 2022

¡Brillando en Cristo!

 

Ustedes son la luz de este mundo. Una ciudad en lo alto de un cerro no puede esconderse.  Ni se enciende una lámpara para ponerla bajo un cajón; antes bien, se la pone en alto para que alumbre a todos los que están en la casa.  Del mismo modo, procuren ustedes que su luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo. Mateo 5:14-16

Esta enseñanza de Jesús dedicada a sus seguidores, nos pone al frente mismo de la extensión del reino de Dios. Hace ver que la vida de un seguidor de Cristo no pasa desapercibida, es como la luz, se nota donde está presente sin emitir sonido alguno. Eso sí, debemos recordar que hay luces brillantes que iluminan todo, pero también hay luces tenues que apenas se notan, que no alcanza para iluminar un camino, sin embargo se deja ver, y otras que están tapadas de oscuro hollín, pero el mandato del Señor dice; procuren ustedes que su luz brille delante de la gente, para que las personas alaben a nuestro Dios y Señor. Así que hay que ocuparse de eso.

La vida que vivimos, la actitud que tengamos, la conducta que mostremos, la acción que hagamos y las palabras que digamos, deben ser brillantes, o sea agradable al Señor y como consecuencia agradable a las personas que nos ven, eso hará que las personas nos respeten y también hace que Dios sea alabado y glorificado en nuestras vidas. ¿Es posible vivir de esta manera? Lo que a las personas les parece imposible, para Dios y con Dios se hace posible.

Recuerde que el salmista dice; Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera en mi camino. Por lo tanto si prestamos atención a las enseñanzas de Jesús oyendo y practicando la palabra de Dios, sin duda que nuestra vida brillará aun en medio de las peores circunstancias que nos toque vivir, no exentos de problemas, pero si victoriosos en medio de ellos. También es bueno recordar que el proverbio dice; El mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, así que sigamos recibiendo cada día la enseñanza de nuestro Señor, haciendo el bien a todos, eso hará que continúe brillando la luz de Cristo en nuestras vidas.

Que tengan un brillante, bendecido y feliz comienzo de semana en familia.

Los abraza en Cristo. P. Sosa  

jueves, 24 de marzo de 2022

Para vivir y estar bien.

 

Repite siempre lo que dice el libro de la ley de Dios, y medita en él de día y de noche, para que hagas siempre lo que éste ordena. Así todo lo que hagas te saldrá bien.

Josué 1:8

Si hay algo que las personas anhelamos es que todo lo que hagamos nos salga bien, eso es nuestro anhelo, pero muchas veces la realidad es diferente. Y aunque lo intentemos una y otra vez, no se da, parece algo imposible de lograr. Eso lleva a desanimarse, se piensa, esto no es para mí. ¿Dónde está el secreto para lograrlo?

Si prestó atención al versículo leído, sabrá que hay una promesa divina, que muestra que hay cosas que se debe hacer, conductas que hay que desarrollar y mandatos que hay que obedecer, para que todo nos salga bien.

La pregunta es; ¿Estoy dispuesto a probar? Porque el desafío es; leer, meditar y practicar la palabra de Dios. No son cosas muy difíciles de realizar, pero, requiere perseverancia, porque no es algo temporal, sino algo permanente, algo que tiene que acompañarnos durante toda la vida.

A veces el problema surge porque se mal interpreta lo que es leer y meditar la palabra de Dios. Hemos sido estructurados en cómo, cuándo, y donde se debe leer, y eso echó a perder la frescura y la espontaneidad de la lectura bíblica, pues hizo que nos olvidáramos que leer la biblia forma parte de la comunión con Dios, yo le hablo a través de la oración y él me contesta a través de su palabra, cuando leo o medito lo que dice la biblia recibo su enseñanza. Y así se establece un diálogo hermoso y permanente con el Padre celestial de una forma natural en lo sobrenatural. En cada cosa que se hace, cada decisión a tomar, cada problema a solucionar se debe tener en cuenta el consejo de Dios, eso hace que día y noche se medite y se piense en Dios y su palabra. Pero, no se mal entienda, la biblia no nos da el pescado, sino que nos enseña a pescar, o sea no va a encontrar cada respuesta específica que busca, sino que le dará la sabiduría de llegar y tener la respuesta correcta en cada situación. Recuerde que no es leer día y noche la biblia, sino que la ganancia está en meditar de día y de noche la enseñanza bíblica.

La biblia hay que leerla siempre sin apuro, leer y releer varias veces el mismo versículo o pasaje bíblico, compararlos con otros versículos o pasajes que hablen de lo mismo, mientras pide al Espíritu Santo que le dé entendimiento y sabiduría, para comprender lo que está leyendo. Si no logra entender la primera vez, no se preocupe, cierre su biblia y comience a pensar y meditar lo que leyó. Cuando vuelva a leer el versículo o pasaje que no entendió, verá que entiende un poco más.

Así que, adelante con la lectura, memorización  y meditación bíblica, no para obligar a otros que la obedezcan, sino para que sea parte de su diario vivir, y tenga la seguridad que, ¡todo le saldrá bien!

Los abraza en Cristo. P. Sosa

martes, 22 de marzo de 2022

Cristo, mi esperanza de vida.


 

Para una reflexión personal que lleve a una decisión de vida sabia.

 

 

Es bueno y necesario reflexionar sobre; El Carnaval, ya que atrae a multitudes y acapara la atención y participación de muchos.

¿Qué es el carnaval? ¿Es algo sano para la familia? ¿Es compatible con la fe cristiana y bíblica?

Estas y muchas otras preguntas hay que hacerse, y encontrar la respuesta correcta, no la que gusta, sino la verdadera.

Pero, ¿dónde buscar, a quién preguntar? ¿Quién puede tener esa repuesta correcta?

El cristiano pertenece a Dios, por lo tanto es Dios quién enseña lo que es malo y destructivo para la vida y cuáles son las cosas buenas que hacen bien, hay que acudir a Dios y su palabra, no a una religión ni a los religiosos. Solamente Dios tiene la repuesta correcta, porque hay muchas cosas que gustan y de las cuales se disfruta, aunque eso afecte, enferme y destruya.

Lo primero que hay que saber, es que la palabra carnaval, viene del latín y cuyo significado es; Festival de la Carne. Pero no de la carne que se compra en la carnicería, sino que se refiere a la naturaleza humana. Parafraseando seria así; dar rienda suelta a los muchos y malos deseos de la naturaleza humana.

Y es ahí donde entra en conflicto con la fe cristiana y bíblica. ¿Por qué?

Porque en las Sagradas Escrituras encontramos muchas advertencias, en contra de proveer para los deseos de la carne, o sea los deseos de la naturaleza humana. ¿Por qué?

Porque la naturaleza humana está afectada por el pecado y se opone a todo lo que tenga que ver con la obediencia a Dios, sencillamente porque está en rebeldía contra Dios.

Además hay un enfrentamiento a muerte, entre la carne y el Espíritu, no pueden convivir.

Esto declara Las Sagradas Escrituras.

Porque mi carne está en contra de lo que quiere el Espíritu de Dios, y el Espíritu de Dios está en contra de mi carne. Por lo tanto, no podemos hacer lo que se nos antoje.  Pero si obedecemos al Espíritu de Dios, ya no estamos obligados a obedecer la ley del pecado. Todo el mundo conoce la conducta de los que obedecen a sus malos deseos carnales: no son fieles en el matrimonio, tienen relaciones sexuales prohibidas, muchos vicios y malos pensamientos.  Adoran a dioses falsos, practican la brujería y odian a los demás. Se pelean unos con otros, son celosos y se enojan por todo. Son egoístas, discuten y causan divisiones.  Son envidiosos, se emborrachan, y en sus fiestas hacen locuras y muchas cosas malas. Les advierto, como ya lo había hecho antes, que los que hacen esto no formarán parte del reino de Dios.

En cambio, el Espíritu de Dios nos hace amar a los demás, estar siempre alegres y vivir en paz con todos. Nos hace ser pacientes y amables, y tratar bien a los demás, tener confianza en Dios,  ser humildes, y saber controlar nuestros malos deseos. No hay ley que esté en contra de todo esto.  Y los que somos de Jesucristo ya hemos hecho morir en su cruz nuestro egoísmo y nuestros malos deseos carnales.

Si el Espíritu de Cristo ha cambiado nuestra manera de vivir, debemos obedecerlo en todo.  

No creamos que podemos engañar a Dios. Cada uno cosechará lo que haya sembrado.  Si seguimos nuestros malos deseos carnales, moriremos para siempre; pero si   obedecemos al Espíritu de Dios, tendremos vida eterna. Gálatas 5

Por lo tanto, el carnaval aunque parezca inofensivo en su esencia es malo, es malo para la familia, es malo para la vida espiritual, atenta contra los principios y valores cristianos, destruyendo la moralidad.

Ahora bien, usted es libre, Dios le hizo libre. Usted tiene la libertad de elegir, creer y escoger lo que desea. Por lo tanto, puede escoger entre el festival de la carne de una alegría pasajera, o una vida espiritual permanente plena y victoriosa.

Los abraza en Cristo. P. Sosa