Especialmente de cómo vivirla, y cada uno tiene su propia teoría con respecto a esto.
Todos coincidimos en que queremos vivir y disfrutar de la vida.
El problema es que no sabemos o no entendemos ¿Qué es disfrutar de algo sin que la destruyamos?, o ¿qué es en realidad divertirse y pasarla bien, sin dañarse?
El escritor sagrado estaba en esa búsqueda y él dice.
También me dije a mí mismo:
Ahora voy a hacer la prueba divirtiéndome; voy a darme buena vida.
Tuve cantores y cantoras, placeres humanos y concubina tras concubina.
Fui un gran personaje, nunca me negué ningún deseo; jamás me negué ninguna diversión. Eclesiastés 2
Pero luego de esto descubre que todo lo que considera disfrutar de la vida como ser, diversión a su manera, darse al vino y andar de parranda, entregarse a los placeres sexuales, tener mujeres y no negarse ningún deseo no le produce satisfacción interior, sino que es algo pasajero, termina ese momento y termina todo.
Entonces dice; Llegué a odiar la vida, pues todo lo que se hace en este mundo resultaba en contra mía.
¡Qué tristeza! Pues lo mismo que descubre el escritor sagrado es lo que descubrimos nosotros cuando buscamos vivir la vida a nuestra manera, terminamos desilusionados.
Necesitamos aprender a vivir, necesitamos que alguien nos enseñe aun cuando no nos guste que así sea.
Jesús dijo; Yo he venido para que tengan vida plena y abundante. Juan 10:10
El ser humano tiene la idea o el concepto erróneo de que Dios está para arruinarle la diversión.
Que no quiere que el hombre sea feliz, que se divierta, que disfrute de la libertad, que viva su vida, cree que Dios quiere que sea un religioso aburrido.
Nada más lejos de la verdad, si bien las religiones muchas veces hacen pensar eso con sus exigencias humanas, pero no es lo que Dios quiere para sus criaturas.
Dios se interesa por nuestro bienestar terrenal, por la vida que vivimos, porque eso resultará en un bienestar eterno.
El hombre no alcanza a comprender todo lo que Dios ha hecho, lo que hace y lo que hará por el ser humano para que la vida tenga sentido en este mundo.
Hay que cambiar la actitud, somos contradictorios en lo que queremos y lo que hacemos.
Por ejemplo; nos gustaría vivir mucho tiempo y llegar bien fuerte a la vejez, pero no siempre ocurre eso.
La respuesta la encontramos en nuestras propias acciones, en nuestra manera de vivir, en nuestro comportamiento, en nuestra forma de pensar.
Se cree que haciendo lo malo, viviendo mal, se puede disfrutar de una vida agradable y que todo irá bien, y no es así.
Las Sagradas Escrituras nos recuerda que; no debemos engañarnos a nosotros mismos, todo lo que sembramos, eso vamos a cosechar. Si sembramos maldad, cosecharemos maldad. Si sembramos corrupción, cosecharemos corrupción. Gálatas 6:7-8
Por eso es muy importante lo que hacemos, como nos comportamos, que es lo que conversamos y cuáles son nuestros gustos o deseos.
Darnos todos los gustos y cumplir todos los deseos, no significa que disfrutemos de la vida.
La mayoría de las veces, la arruinamos, dejemos que sea nuestro Señor Jesucristo quien nos enseñe a vivir, así tendremos una vida plena, divertida y victoriosa.
Los abraza en Cristo. P. Sosa