lunes, 3 de marzo de 2025

¿Se preguntó alguna vez?

 ¿Porque es necesario congregarse?

Mantengámonos firmes, sin dudar, en la esperanza de la fe que profesamos, porque Dios cumplirá la promesa que nos ha hecho. Busquemos la manera de ayudarnos unos a otros a tener más amor y a hacer el bien. No dejemos de asistir a nuestras reuniones, como hacen algunos, sino animémonos unos a otros; y tanto más cuanto que vemos que el día del Señor se acerca. Hebreos 10:23-25.

Este es un pasaje de las Sagradas Escrituras que se utiliza mucho, pero haciendo énfasis solo en la parte del texto, “no dejen de congregarse”, pero este no es el mensaje central de este pasaje. Hay que preguntarse ¿Para qué congregarse? ¿Es necesario? ¿Dónde? ¿Con quién? Porque entre las congregaciones hay diferentes maneras de cultos, distintas formas de adoración, distintas comprensión de la palabra, según el crecimiento de los hermanos y del líder que está enseñando, y diferentes grados de madurez entre los hermanos. Esto es necesario pues  ayuda a ejercitarnos en el amor, en aceptarnos como somos mientras el Señor complete su obra en cada uno de nosotros sus hijos. La iglesia de Cristo es una sola, nos reunimos en distintas congregaciones y bajo distintas denominaciones, pero sigue siendo una. Es bueno tener comunión y relacionarnos entre distintas congregaciones y denominaciones, porque eso trae crecimiento espiritual, porque somos un cuerpo, el cuerpo de Cristo. Hay que entender que el congregarse es una consecuencia y no un fin en sí mismo. Por eso es que el párrafo comienza haciendo énfasis en la confianza en Dios y el aliento al prójimo para continuar esperando en el Señor, a pesar de las circunstancia que nos toque vivir, porque estamos en un mundo de maldad donde hay trigos y cizañas, y las congregaciones no están exentas.

El apóstol Pablo escribió; Por esto yo, que estoy preso por la causa del Señor, les ruego que se porten como deben hacerlo los que han sido llamados por Dios, como lo fueron ustedes. Sean humildes y amables; tengan paciencia y sopórtense unos a otros con amor; procuren mantener la unidad que proviene del Espíritu Santo, por medio de la paz que une a todos. Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como Dios los ha llamado a una sola esperanza. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo; hay un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, actúa por medio de todos y está en todos. Efesios 4.

El encontrarnos en cualquiera de las congregaciones debe ser una fiesta espiritual de amor, gozo y confianza en que la presencia del Señor se manifestará en cada persona reunida, donde la misericordia, la compasión por las personas sea un vínculo común, eso hará que siempre esté el deseo de juntarnos con un mismo propósito, donde nos lleve a preguntarnos ¿habrá alguien al que yo pueda ayudar?

Seguramente habrá alguna persona nueva, que viene a buscar algo que necesita, debemos recordar que cada creyente en Cristo, está completo en Él y por lo tanto está capacitado para dar apoyo y ayudar al necesitado, y además podemos y debemos hacer todo lo necesario, para que cada persona conozca al Señor Jesucristo también. Con el ánimo pronto para dar, y aunque no tengamos plata ni oro, lo que tenemos podemos dar con generosidad, porque sin duda lo que tenemos para dar es el fruto del Espíritu, amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, fe, bondad, mansedumbre y templanza, que contienen las nutrientes necesarias para un normal crecimiento y madurez en el cristiano. Mientras la Cabeza de la iglesia sea Cristo. No dejemos de congregarnos con este noble propósito.

Los abraza en Cristo. P. Sosa. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario