Por eso, aun cuando por algún tiempo tengan que pasar por muchos problemas y dificultades, ¡alégrense! La confianza que ustedes tienen en Dios es como el oro: así como la calidad del oro se pone a prueba con el fuego, la confianza que ustedes tienen en Dios se pone a prueba con los problemas. Si ustedes pasan la prueba, su confianza será más valiosa que el oro, pues el oro se puede destruir. Así, cuando Jesucristo aparezca, hablará bien de la confianza que ustedes tienen en Dios, porque una confianza que ha pasado por tantas pruebas merece ser alabada.
Ustedes, aunque nunca han visto a Jesucristo, lo aman y creen en él, y tienen una alegría tan grande y hermosa que no puede describirse con palabras. Ustedes viven alegres porque ya saben que Dios los salvará, y por eso confían en él. 1 Pedro 1:6-9
Hay personas que desconfían de todo porque alguna vez fueron engañadas por alguien, y les cuesta volver a confiar, eso es bueno, porque así antes de confiar deben conocer en quien van a depositar la confianza. Para ir conociendo a una persona es necesario acercarse y pasar tiempo con ella, sobre todo dialogar mucho.
Así también, pasa con Jesús el Hijo de Dios. Hay que pasar tiempo con él, leyendo y meditando sus enseñanzas, observando su vida a través de los evangelios verá que es digno de confianza, nunca engañó a nadie ni abandonó al que puso su confianza en él.
Eso hará fortalecer su fe y su confianza irá creciendo, como así también su comunión con Dios por medio de la oración, esto ayudará a vencer las dificultades que aparezcan en su diario andar.
Recuerde que Jesús dijo, He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Si usted le abre la puerta de su corazón a Jesús, entrará a su vida y estará con usted en medio de los problemas y dificultades que tenga que enfrentar para darle fuerza y sabiduría para atravesarlos en victoria.
Los abraza en Cristo. P. Sosa.