La iglesia de Cristo tiene el mandato, de entregar el mensaje del poder del evangelio que cambia y transforma la vida de las personas afectadas por el pecado, pero, las congregaciones deben prepararse espiritualmente para esta tarea reconociendo el señorío de Cristo sobre ellas, purificándose por medio del arrepentimiento y confesión del pecado de algunos de sus miembros y dirigentes, para que el Señor traiga un despertar manifestándose con poder y autoridad por medio de la iglesia que es su cuerpo.
Durante mucho tiempo Dios perdonó a los que hacían todo lo que ofende a Dios, porque no sabían lo que hacían; pero ahora Dios ordena que todos los que habitan este mundo se arrepientan, y que lo obedezcan sólo a él. Porque Dios ha decidido ya el día en que juzgará a todo el mundo, y será justo con todos. Hechos 17:30
¡Qué hermosa esperanza para todos aquellos que hemos creído a Jesús! Porque aunque por ahora tengamos dificultades y problemas por vivir de acuerdo a las enseñanzas de Jesús, no nos desespera ni nos derrota la ansiedad, porque esperamos confiado en Cristo, ¡Él es nuestra gloria! Porque cuando Dios dé la orden por medio del jefe de los ángeles, y oigamos que la trompeta anuncia que el Señor Jesús baja del cielo, los primeros en resucitar serán los que antes de morir confiaron en él. Después Dios nos llevará a nosotros, los que estemos vivos en ese momento, y nos reunirá en las nubes con los demás. Allí, todos juntos nos encontraremos con el Señor Jesús, y nos quedaremos con él para siempre. Así que, anímense los unos a los otros con estas palabras.
1 Tesalonicenses 4
Como dice el apóstol Pablo; Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. Que el Señor que da la paz, les dé paz en todo lugar y en todo tiempo, y los acompañe siempre.
Bendiciones. P. Sosa
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