martes, 1 de septiembre de 2020

Comenzando un nuevo mes.

 Para vivir en victoria.

No te enojes por causa de los malvados, ni sientas envidia de los malhechores,  pues son como la hierba que al cortarla pronto se seca.  Tú debes confiar en Dios. Dedícate a hacer el bien, y mantente fiel a Dios.  Entrégale a Dios tu amor, y él te dará lo que más deseas.  Pon tu vida en sus manos, confía plenamente en él, y él actuará en tu favor. Calla en presencia de Dios, y espera paciente a que actúe; no te enojes por causa de los que prosperan ni por los que hacen planes malvados.  No des lugar al enojo ni te dejes llevar por la ira; eso es lo peor que puedes hacer.  Los malvados serán destruidos, pero los que esperan en Dios recibirán sus promesas. Salmo 37

Ahora no es distinto, aunque es otra época, los problemas del ser humano son los mismo, injusticia, corrupción, violencia y maldad. Y, pone mal a toda persona que trata de vivir dignamente, enojándola. Se siente impotente al ver que los que tienen que actuar, no lo hacen. Es difícil no enojarse en contra de situaciones injustas y de los que actúan insensiblemente aprovechándose de eso para enriquecerse.

Es ahí donde hay que usar de sabiduría, para no caer en la trampa y sin darse cuenta comenzar a actuar igual a esas personas que hacen maldad. Por eso la importancia de confiar en el Dios viviente, en el Dios Santo, en el Dios Justo y que actúa con justicia.

Y confiar en él, significa que oramos a él y esperamos en él, creyendo que él sabe hacer las cosas mejor que nosotros, que no comete errores, no se equivoca y nunca llega tarde.

Eso nos devuelve la esperanza, no todo está perdido, aunque se tenga que pasar por momentos de mucha dificultad, Dios es quien sostiene y sostendrá, y quien dará la victoria, cumpliendo su palabra que, a los que aman a Dios, todo ayuda para bien.

Los abraza en Cristo.  P. Sosa  

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