Porque:
El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus
labios no hablen engaño; Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y
sígala.
Porque los ojos del Señor están sobre
los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones;
Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. 1 Pedro 3:10-12
Se dice, amar la vida y se quiere que
todo vaya bien. Pero, ¡Cuánto cuesta frenar la lengua! ¡Qué fácil es hablar
engaño! ¡Qué difícil parece hacer el bien!, apartarse del mal ¡es complicado!
Y, ¡buscar la paz!, ni te cuento, porque se vive en medio de una sociedad
violenta, que al parecer lo que menos le interesa es la paz, ya que ante
cualquier situación, el individuo, reacciona con violencia extrema, sin
importar contra quien o contra qué.
Sin embargo, esta recomendación
bíblica, es lo que cada persona necesita practicar, si se quiere estar bien y disfrutar de la vida sin
sobresaltos. Hay promesa de bienestar de parte de Dios. Esto no quiere decir
que tiene que volverse religioso, eso no sirve, lo que sí sirve, es un cambio
de actitud, un cambio de hábito, un cambio de vida, buscar hacer todo lo bueno
que se conoce, tratar de no hacer lo malo que sabía hacer. Cuando esto ocurre,
Dios se pone de nuestro lado para ayudarnos a vivir de esta manera, además
garantiza que Dios escuche y responda a las oraciones que se hacen a Él. Por
otro lado, si no hay un cambio de conducta ni de vida, se pone en una situación
complicada, porque el rostro del Señor está contra aquellos que viven y hacen
mal.
Tiene que saber que usted solo no
puede cambiar de un día para el otro, pero, si invita a Cristo a formar parte
de su vida diaria, Él, por medio de su Espíritu Santo, le capacita y le ayuda a
vivir de acuerdo a las demandas de Dios. ¿Se anima a intentarlo? Eso sí, es un
largo camino de vida diferente, pero hermoso, y hay que ser perseverante.
Los abraza en Cristo. P. Sosa
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