Cuando uno
hace esta pregunta ¿Eres un cristiano?
Normalmente
la respuesta es; ¡qué le parece!, animal, no soy. Se confunde cristiano con ser
humano, y esa no es la pregunta.
Hay personas
que son muy religiosas, pero se pasan criticando a los demás, otras acusan todo
el tiempo a los que no son como ellas, y también tratan de imponer sus
creencias o ideas, también el desprecio y egoísmo es moneda corriente en sus
palabras, la conducta y actitud dejan mucho que desear, sus conversaciones son
groseras y agresivas.
Entonces,
ese tipo de persona, ¿Se le puede considerar un cristiano? ¿Qué implica ser
cristiano? ¿Quién es un cristiano?
De acuerdo
a lo que se lee en Las Sagradas Escrituras; Ser cristiano implica tener una
vida diferente, la mayoría de las veces en contra del sistema y de la cultura
reinante, no de las personas que practican dicha cultura o sistema, aun cuando
eso en lo personal signifique sufrimiento y persecución.
¿De dónde
se nutre ese pensamiento? Se preguntará usted.
Es la
enseñanza de la persona que da origen al cristianismo, a quien seguimos, de la
cual tomamos el nombre.
Cristiano
es toda persona que decide libremente de manera voluntaria seguir a Cristo, y
adopta sus enseñanzas como principios de vida, no para cumplir, sino para vivir
de esa manera. Amando al prójimo, incluyendo al enemigo. Perdonando al ofensor.
Prestando sin esperar devolución. Respetando a las autoridades en ejercicio de
cualquier ámbito social, desde el presidente de una nación, hasta el presidente
del barrio en el cual se vive, etc.
Es por eso
que muchas veces, se mal interpreta la actitud del cristiano. Se piensa que es
una persona cobarde, que no sabe defenderse cuando lo atacan. Que es incapaz de
hacer frente a una persona que lo agrede, que es un tonto por no responder de
la misma manera. Nada más lejos de la verdad.
Aunque el
cristiano sabe que hay mucha injusticia social, como también en los impuestos y
servicios, no hace fraude, sino que paga sus impuestos, deudas y compromisos.
Sencillamente, es un imitador de su Maestro, Jesucristo el Señor, de quien
aprende día a día como es el comportamiento del hijo de Dios.
Cristo nos
enseñó con su palabra y ejemplo de vida, como se vive en verdadera libertad, y
santidad en medio de una sociedad corrupta y cruel, donde se valora la “viveza
criolla” o corrupción en lugar de la honestidad, y la violencia contra el
prójimo, pidiendo públicamente la muerte de personas inocentes en gestación, en
una manifestación absoluta de desprecio por la vida humana.
Ser un cristiano, no es
fácil, es para intrépido y valiente. El requisito lo puso el Señor.
Una gran cantidad de gente caminaba con Jesús. De pronto, él se
volvió y les dijo: Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tendrá que
amarme más que a su padre o a su madre, más que a su esposa o a sus hijos, y
más que a sus hermanos o a sus hermanas. Ustedes no pueden seguirme, a menos
que me amen más que a su propia vida. Si ustedes
no están dispuestos a morir cada día, y a hacer lo que yo les diga, no pueden
ser mis discípulos. Lucas 14:25
Esto que dijo el Señor nos pone a todos y a cada uno de
nosotros, en un cruce de caminos, donde hay que evaluar la posición, determinar
la situación y tomar una decisión.
Seguir verdaderamente a Cristo, o continuar creyendo que
sigo a Cristo cuando en realidad solo soy un religioso bien intencionado.
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