viernes, 3 de mayo de 2019

¿Se debe perdonar?



El perdón.
Entonces Pedro se acercó a Jesús y le preguntó:
Señor, si un hermano me hace algo malo, ¿cuántas veces debo perdonarlo? ¿Sólo siete veces?
Jesús le contestó:
No basta con perdonar al hermano sólo siete veces. Hay que perdonarlo una y otra vez; es decir, siempre. Mateo 18:21-22
Es necesario que se medite en esto, porque aquí radica muchos de los problemas físicos, síquicos, emocional y espiritual de las personas. Para Dios este tema es de mucha importancia, es por eso que Jesús lo incluye dentro de la oración modelo, el Padre nuestro.
¡Cuán difícil es perdonar! Sin embargo ¡qué rápido pedimos perdón! ¿Por qué pasa esto?
Es por no haber entendido como funciona la ley del perdón. Se cree que si se perdona al ofensor uno demuestra debilidad o cobardía, no es así.
Además el perdón no es cuestión de dos personas en conflicto, sino que, quien establece la ley del perdón es Dios Padre, nuestro Creador. ¡Es Dios quien me ordena perdonar!
Ahora bien, debo entender, ¡qué es el perdón y para qué sirve!
El perdón está fundamentado en la gracia y misericordia que Dios ha tenido conmigo, al darme vida cuando estaba muerto en mis delitos y pecados.
Cuando no quiero perdonar el daño me lo estoy haciendo a mí, porque eso me va cargando de amargura, resentimiento y odio que enferman mi ser completo, no soy libre para hacer mi vida sin que eso me afecte.
Al tomar yo la decisión de perdonar, estoy reparando el daño que me hizo esa persona en forma consciente o inconsciente, y que ella es incapaz de subsanar ese daño hecho, aun cuando quiera hacerlo. Al otorgarle el perdón al ofensor, soy libre de esa situación vivida, ya no estoy atado a la actitud de esa persona y comienza a sanar la herida que produce  odio y sufrimiento en mí. El perdón es la medicina necesaria para mi bienestar, o sea que el perdón tiene que ver con mi liberación y sanidad.
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Mateo 6:12
Pero también afecta de una manera diferente al ofensor, porque él también es un necesitado. Su manera de actuar me hace ver que tiene algún tipo de problema sin solucionar, por lo tanto necesita ayuda, aun cuando no la busque o no crea necesitarla.
Jesús dijo; Amen a sus enemigos y oren por quienes los maltratan.  Así demostrarán que actúan como su Padre Dios, que está en el cielo. Mateo 5:44
Si uno de mis seguidores te hace algo malo, habla con él a solas para que reconozca su falta. Si te hace caso, lo habrás ganado de nuevo. Mateo 18
Por lo tanto, es sumamente necesario reflexionar en este tema, por mi bienestar y el de mi comunidad, para mantener una relación saludable y una vida respetable para la gloria de Dios.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario