Ante esta situación que estamos viviendo. No tengan temor, pero cuídense y obedezcan todas las directivas de prevención dadas por las autoridades, que es una forma del cuidado de Dios. Obedecer a las autoridades es obedecer a Dios.
Este es un tiempo de prueba que hay
que atravesar. Jesús dijo; En el mundo tendrán aflicción, pero confíen, yo he
vencido al mundo. Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta
es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al
mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
Esta prueba como tal va a terminar en
algún momento, sin duda que saldremos fortalecidos en fe y confianza. Pero no
hay que bajar los brazos, porque vendrán otras pruebas, de otro tenor, más
fácil o más complicadas, no lo sé. Pero el salmista declara: Jehová es mi luz y
mi salvación; ¿De quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿De quién he
de atemorizarme?
Con este mismo pensamiento debemos
vivir el día a día, vistiendo toda la armadura de Dios, para poder estar firmes
contra las acechanzas del diablo en cualquiera de sus formas, porque nuestra
lucha no es contra personas, sino
contra espíritus y fuerzas malvadas que actúan en el aire. Por
lo tanto, ¡hay que protegerse con la armadura completa! Así, cuando llegue el
día malo, podrán resistir los ataques del enemigo y se mantendrán firmes hasta
el fin.
Que el Señor nos de entendimiento y sabiduría para saber y
creer que estamos en los últimos tiempos, tiempo de mucha dificultad, pero
victoriosos, creyendo que en Cristo somos más que vencedores por medio de aquel
que nos amó.
Un fuerte abrazo en Cristo. Bendiciones. P. Sosa