viernes, 31 de julio de 2020

¡El mejor seguro!

El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente, y puede decir  al Señor, esperanza mía, castillo mío, mi Dios en quien confiaré. Salmo 91

Los tiempos en que vivimos, son peligrosos, lleno de violencia e inseguridad, un mundo que nos es adverso, un mundo de injusticias, un mundo con enfermedades difíciles de controlar. Donde aún la naturaleza nos pasa la factura de todo el daño que le hemos hecho. Eso produce mucha angustia en el ser humano, y no sabe a quién recurrir ni adonde ir.

Es tiempo de acercarse a Dios por medio de Cristo. Él es el único refugio seguro que existe, además nos invita a que nos acerquemos a él, para estar protegido de todo lo malo que quiere destruirnos. El ama al ser humano de tal manera que entregó  la vida de su Único Hijo por la humanidad. Jesús dijo; Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.  Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana.

Seamos sabios, pongamos nuestra vida en las manos de Cristo, habitemos a su abrigo y estaremos seguros y protegidos acá en la tierra, y en la eternidad viviremos con él.

Él es el único seguro de vida de cobertura total, sin letras chica, tampoco tiene fecha de vencimiento. Especial para este tiempo que estamos atravesando, y para todos los tiempos de aquí en adelante, porque no van a ser mejores, pero nosotros los que creemos, estaremos bien protegidos por el Dios Todopoderoso.

Que tengan un bendecido y feliz comienzo de mes, bajo la protección de Dios, que nos protege mucho mejor que la “caña con ruda” y no tiene contraindicaciones.

Los abraza en Cristo. P. Sosa   


domingo, 19 de julio de 2020

Amistad


Con ciertos amigos,
no hacen falta enemigos,
pero hay otros amigos
que valen más que un hermano.
Proverbio 18:24

Los amigos



Cuando de amigos se habla,
¡Qué más se puede decir!
Solo hay que recordar,
Que la amistad verdadera,
No se acaba, ni se gasta
Pero sí, se fortalece,
Cuando hay sinceridad.

Tener amigos no es fácil,
Porque somos complicados,
Las relaciones humanas,
No siempre se pueden dar,
Lleva tiempo el conocer,
Esa persona con quien,
Comenzar una amistad.

Ser amigo, es más fácil,
Porque es mi decisión,
Quiero compartir con otro,
Experiencias de mi andar,
Tomar mate y conversar,
Cantar algunas canciones,
Animarle a continuar.
PS

miércoles, 15 de julio de 2020

Me postro ante ti



Señor me postro ante Ti, porque quiero obedecer,
Vivir la vida cristiana como se debe vivir,
Procuro santificarme para servirte Señor.
Poder amar a mi prójimo, esto incluye al enemigo,
Usted su vida entrego haciendo esto posible,
Quitó mi corazón duro, dándome uno sensible.

Señor me postro ante ti, pidiendo misericordia,
Por mis hermanos de raza, que viven lejos de Ti.
Señor, ellos están perdidos no lo quieren aceptar,
No quieren reconocer que es muy grande la maldad,
En la que viven aquellos que son rebeldes contigo,
No lo ven, no lo comprenden, ¡que necesitan de ti!

Pues, aunque quieran negar que sus vidas miserables,
Son vidas desperdiciadas, y se han vuelto descartables.
Por eso te ruego Padre, Tú que eres Dios de amor,
Por tu gran misericordia les concedas en tu gracia,
El poder arrepentirse, ellos te pidan perdón,
Naciendo a una vida nueva, aceptando al Salvador,
PS

domingo, 12 de julio de 2020

Amontonar ¿Para qué?


No Contaminarse


Nabucodonosor ordenó también que a esos jóvenes se les diera todos los días de los mismos alimentos y vinos que a él le servían, y que los educaran durante tres años, al cabo de los cuales quedarían a su servicio.
Pero Daniel se propuso no contaminarse con la comida y el vino del rey, y pidió al jefe del servicio de palacio que no le obligara a contaminarse con tales alimentos. Daniel 1: 8
Los jóvenes a los cuales se refería el rey de Babilonia que se les diera el mismo alimento que él consumía, son jóvenes Hebreos que habían sido llevados cautivos por su ejército, al término de una batalla contra Jerusalén. 
Entre los cuales estaba este Daniel, un joven hebreo con una actitud diferente con respecto a su situación. Si bien él formaba parte de los cautivos, se consideraba libre para tomar decisiones propias. Y la primera decisión fue sabia, no contaminarse, no ser uno más del montón, ser y seguir siendo diferente, aunque eso significara un riesgo para su vida. Pero entendió también que esa decisión le abría otras oportunidades, pues se apoyó sabiamente en el Dios de Israel, el Dios a quien servía. Aunque estaba en un lugar de cautiverio físicamente, seguía estando libre en el espíritu, su cuerpo lo tenían sus captores pero él como persona estaba en las manos de su Dios, estaba bajo su protección, y ninguno que ponga su confianza en Dios, será avergonzado declara las Escrituras.
No comer ni beber de lo mismo que comía y bebía el rey, significaba que Daniel no estaba dispuesto a consumir el alimento que le ofrece su enemigo, será muy lindo y atractivo esos manjares, pero ¿de qué manera lo consigue? ¿Adónde conduce? Tampoco va a saciar su sed con el vino de la corte que tal vez le haría olvidar su situación actual que era de cautivo. Daniel prefería comer legumbres y beber agua que es el alimento fresco que proviene de parte de Dios el creador, eso hizo que Daniel estuviere correctamente alimentado y con sus facultades mentales libre de contaminación pagana, al momento de ser requerido por el rey.
Dios recompensa esa actitud de Daniel, y hace que Daniel sea más sabio que todos los sabios del rey babilónico. Aunque seguía estando en cautiverio físico, continuaba libre para servir al Dios de Israel. Trabajaba en Babilonia, estaba bajo las órdenes del rey babilónico, pero obedecía y servía a Dios el Padre celestial.
Amigos y hermanos en Cristo esta maravillosa historia de Daniel, nos muestra que no es el lugar físico donde nos encontremos, sino más bien la posición espiritual donde estemos, y solo hay dos lugares espirituales posibles, estar en Cristo, o estar fuera de Cristo.
Permítame preguntarle; ¿Dónde se encuentra usted?
Porque de eso depende una vida de victoria, aun estando físicamente en manos y en territorio enemigo.
Los abraza en Cristo. P. Sosa 

domingo, 5 de julio de 2020

Nos hace bien a todos.


Es tiempo que pensemos en lo que estamos viviendo, no solamente nosotros sino también el mundo entero. Este momento tan particular de nuestra historia nos tiene que llevar a reflexionar con respecto a nuestras conductas y actitudes, cuanto estamos dispuestos a valorar al otro, dejando de lado nuestro egoísmo, no solo con los de afuera sino más bien con los integrantes de la propia familia. Esta situación obliga a permanecer más tiempo junto unos a otros en espacios reducidos como son los hogares, o el ámbito donde se desarrollan las tareas diarias, en esos ámbitos, muchas veces hay que ceder espacio al otro o perder algo de privacidad. Eso molesta, no siempre cae bien, pero es necesario hacerlo, para una armoniosa relación de convivencia, por eso las Sagradas Escrituras tiene buenos consejos para dar a cada uno que quiera escuchar y de esa manera pasarla bien, aun en las peores circunstancias.

Las Sagradas Escrituras dicen: Vivan siempre en armonía. Y no sean orgullosos, sino traten como iguales a la gente humilde. No se crean más inteligentes que los demás.
Si alguien los trata mal, no le paguen con la misma moneda. Al contrario, busquen siempre hacer el bien a todos. Hagan todo lo posible por vivir en paz con todo el mundo. Queridos amigos y hermanos, no busquen la venganza, sino dejen que Dios se encargue de castigar a los malvados. Pues en la Biblia Dios dice: A mí me toca vengarme. Yo le daré a cada cual su merecido. Y también dice: Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Así harás que le arda la cara de vergüenza.
No se dejen vencer por el mal. Al contrario, triunfen sobre el mal haciendo el bien. Romanos 12:9
El quedarse en la casa por motivos de evitar el contagio, debe sacar lo mejor de cada persona, la generosidad, el respeto, la responsabilidad, esto debe llevar a la práctica de la misericordia, la fe, el amor, el dominio propio, en fin todas estas cosas que son necesarias para una buena y pacífica convivencia y saber que Dios está dispuesto para ayudarnos a que esto sea posible, no por un día, sino a lo largo de toda nuestra vida. Es posible cuidarse unos a otros y pasarla bien alegrándonos el día a día.
Los abraza en Cristo.  P. Sosa